LOS NEGROS LITERARIOS
TAMBIEN TIENEN PREMIOS: DOS DE LOS PESOS PESADOS DEL FESTIVAL.
“En la vida todo es cuestión de actitud. Si te empeñas en que todo a tu alrededor es malo, tu vida será penosa” Lorenzo Silva
Cuando Sergio Vera les pregunta de dónde sacan el tiempo para escribir, Lorenzo Silva no duda en afirmar que él es su propio negro, y que ha llegado a trabajar 18 horas seguidas sin notar cansancio. “El esfuerzo que inviertes haciendo una cosa que te gusta es incomparable a la satisfacción que recibes cuando se te reconoce por un éxito”
Víctor del Árbol está pletórico, se nota que juega en casa.
Ha asistido a los cinco encuentros organizados por el club de lectura de LAS
CASAS AHORCADAS y se siente orgulloso de poder compartir una mesa de diálogo
con Lorenzo Silva. Cuenta cómo es su método de escritura y no difiere de Silva:
escribe todos los días y a todas horas, no le hace falta un estudio o un
ordenador, escribe a mano y en cualquier parte. Valora el silencio y la
tranquilidad, busca espacios, y si no los encuentra eso no le impide evadirse para
poder escribir.
“Lo importante es como funciona la mente: poder vivir de lo que te
apasiona es un lujo” Víctor del Árbol
En la entrevista moderada por Sergio Vera, organizador del festival, nos hablan sobre la gestación de sus personajes, la ambientación de los escenarios y su grado de implicación en las diferentes novelas.
Con Bevilacqua y Chamorro, Lorenzo Silva tiene mucho que aportar porque lleva años perfilándolos. Él no tenía premeditada la evolución de sus personajes y ha dejado que el tiempo los construya. Víctor de Árbol, en cambio, está condicionado a la hora de escribir por las novelas que leyó en su juventud, con protagonistas muy trágicos y complejos. Y es a éstos a los que recurre a la hora de escribir, buscando su identidad y haciéndose preguntas a través de ellos.
"El espacio bien contado, trasmitido e interiorizado, es un personaje más de la novela" Lorenzo Silva
Sobre la ambientación en las diferentes novelas, no podían ser escritores más diferentes. Lorenzo Silva se basa en la documentación y la verosimilitud: le parece fundamental conocer bien el escenario donde basa sus novelas y pone de ejemplo su última entrega de Bevilacqua y Chamorro "Donde los escorpiones" y cómo para documentarse se trasladó a una base del ejercito español en Afganistán donde se empapó de vivencias. "No es lo mismo contarlo que vivirlo".
Víctor del Árbol tira de la imaginación y de la ficción a la hora de crear un ambiente.
"La literatura se inventó para viajar" y pone como ejemplo la primera vez que leyó "París era una fiesta" de Ernest Hemingway y sus expectativas cuando viajó a la ciudad de la novela por primera vez. Sus argumentos son igual de validos: "Escribir sobre lo que una persona quiere saber te abre la imaginación".
Después de escucharlos se te queda una sensación de querer saber más, de que Sergio les siga preguntando, de que el público pueda preguntarles. Dos escritores inmensamente diferentes, pero con una pasión en común. La literatura.
Con Bevilacqua y Chamorro, Lorenzo Silva tiene mucho que aportar porque lleva años perfilándolos. Él no tenía premeditada la evolución de sus personajes y ha dejado que el tiempo los construya. Víctor de Árbol, en cambio, está condicionado a la hora de escribir por las novelas que leyó en su juventud, con protagonistas muy trágicos y complejos. Y es a éstos a los que recurre a la hora de escribir, buscando su identidad y haciéndose preguntas a través de ellos.
"El espacio bien contado, trasmitido e interiorizado, es un personaje más de la novela" Lorenzo Silva
Sobre la ambientación en las diferentes novelas, no podían ser escritores más diferentes. Lorenzo Silva se basa en la documentación y la verosimilitud: le parece fundamental conocer bien el escenario donde basa sus novelas y pone de ejemplo su última entrega de Bevilacqua y Chamorro "Donde los escorpiones" y cómo para documentarse se trasladó a una base del ejercito español en Afganistán donde se empapó de vivencias. "No es lo mismo contarlo que vivirlo".
Víctor del Árbol tira de la imaginación y de la ficción a la hora de crear un ambiente.
"La literatura se inventó para viajar" y pone como ejemplo la primera vez que leyó "París era una fiesta" de Ernest Hemingway y sus expectativas cuando viajó a la ciudad de la novela por primera vez. Sus argumentos son igual de validos: "Escribir sobre lo que una persona quiere saber te abre la imaginación".
Después de escucharlos se te queda una sensación de querer saber más, de que Sergio les siga preguntando, de que el público pueda preguntarles. Dos escritores inmensamente diferentes, pero con una pasión en común. La literatura.
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