viernes, 8 de febrero de 2019

VIENEN MAL DADAS de Laura Gomara. Finalista Premio Tuber Melanosporum. Morella 2.019


Ruth Santana es un chica joven y normal, con la vida que podría llevar cualquier chica joven y normal de su edad. Una hipoteca, una pareja, un trabajo y ganas de vivir son los motivos que le anclan a esta vida, tan superficial como difusa.
Sin embargo con una simple y rápida vuelta de tuerca, los problemas empiezan a aflorar en su vida y los castillos que cree que son los pilares que la aguantan, se empiezan a desmoronar arrastrándola con ellos. La relación en pareja falla, la persona afectada se queda con una hipoteca que no se puede permitir pagar y esa misma imposibilidad económica le limita, lógicamente, las ganas de vivir. Ante la desesperación de encontrarse en la nada más absoluta, comienza trabajar a destajo y entra en el límite de la supervivencia. Vivir se ha convertido una condena. Contarlo, en una vergüenza. 




Desgraciadamente, el capitalismo es la base que sostiene la sociedad en la que vivimos y nosotros, simples mortales, corremos como borregos cegados por el dinero para seguir el mismo patrón comunitario, hipotecándonos con una vivienda que no acabaremos de pagar hasta que seamos ancianos, creando unas normas morales y religiosas que lo único que hacen es controlar nuestra conducta, y buscando una protección económica que nos ata al trabajo sin posibilidad de vivir plenamente la vida. Una vida que muy pocas veces pensamos: es la única que tenemos.
Y lo peor de todo, el pequeño grupo de gente que decide no seguir las pautas son tachadas y señaladas por peternecer al sector de personas raras, bohemias, vividoras e irresponsables.

Laura Gomara expone todo lo dicho anteriormente en su libro Vienen mal dadas (Roca Editorial, 2.017) y lo cuenta a través de su protagonista, una chica que se encuentra al límite de la inanición. Ruth Santana tiene 27 años y trabaja en la oficina de una una imprenta durante el día y haciendo horas extras en un almacén de transporte por las noches. Ha sido desahuciada de su piso y, para no perderlo totalmente, sigue pagando una hipoteca que le sangra todos los meses hasta el último céntimo que gana. La guinda del pastel la pone la habitación de mala muerte donde convive con unos compañeros de piso que la boicotean para que abandone ese espacio mínimo de dos metros cuadrados. Su existencia se reduce a una mochila, y fuera de ella solo dispone de unas sábanas de raso azul que le dan mala suerte y un libro que le regaló su anterior jefe.

Pero una noche, todo cambia. Sentada en un callejón, pensando en cuales serían los beneficios de quitarse la vida o seguir viviendo medio muerta, aparece un tipo que le ofrece 600€ contantes y sonantes. Su estado no le impide intuir que hay gato encerrado en esta suculenta oferta, así que reusa la ayuda del desconocido, a sabiendas que este dinero le evitaría muchos dolores de cabeza (y de estómago). Es consciente de que no puede devolverle el préstamo y no quiere contraer más deudas con nadie. Sin embargo, el hombre misterioso que durante toda la novela se caracterizará por tener las manos muy grandes, la presiona para cogerlo y solo le pide una cosa a cambio: que escuche cuales son los proyectos que tiene destinados para ella y que le cambiarán para siempre la vida.
Cuando estás desesperado no te asusta nada, ni piensas en nada, ni temes a nadie. Y Ruth Santana está desesperada. Así que acepta la propuesta de este hombre desconocido y, por una vez, disfrutará de la vida.

La trama de la novela de la joven Laura Gomara es inquietante debido al realismo que se respira si lo comparamos con los sucesos de actualidad que ocurren en el día día. El argumento, cargado de las descripciones que acompañan a los personajes, está bien expuesto, respetando los espacios y dando lugar al lector para conocer los diferentes aspectos que envuelven al peculiar equipo creado por el hombre misterioso de manos grandes. Todo en esta vida tiene un por qué, y la protagonista de la historia descubrirá que, antes que ella, ya había gente pasando por las mismas dificultades económicas que la han sumido en un pozo sin fondo, así que aunque actúen contra el sistema de una forma efectiva pero poco ética, aceptará una oferta que le permitirá vengarse de las pocas y malas oportunidades que le ha brindado la vida.


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