jueves, 26 de abril de 2018

MANOS SUCIAS

"La pareja se encontró con la calle mojada. 
El Born huele a piedra vieja y húmeda. Sus muros majestuosos y añejos son testigos privilegiados de batallas políticas y militares, persecuciones, discusiones arrabaleras, crímenes, secretos silenciados y leyendas urbanas endemoniadas que a veces, en sus esquinas, parecen reencarnarse como negros cuentos medievales lejanos en el tiempo pero no en la distancia"  Página 35



 ¿Que hay detrás de las Manos Sucias que gobiernan nuestro país? En este libro, la corrupción se plantea como la base de cualquier escenario. Las informaciones se utilizan como moneda de cambio. La impunidad está a la orden del día y, por el medio, los mafiosos, políticos y bastardos que dan vida a esta historia cargada de intercambio de favores, sexo y abusos.

La trama es un galimatias de historias cruzadas. 
Carlos Quílez se enzarza en esta narración cargada de personajes e intenta distraer al lector camuflando varios de los nombres de los actores principales. Para no perderte ni uno solo de los detalles que adornan el argumento tienes que prestar suma atención a los diálogos, hilar muy fino en las fechas y lugares, y no permitirte el lujo de pestañear, si no, estás perdido. 
Después de leerla y analizarla tengo la sensación de estar delante de los ingredientes para una elaborar una ensalada mixta, es decir: 
la despechada amante de un alcalde, un político adicto al sexo con jovencitos, los suculentos contratos inmobiliarios de la mafia rusa, empresarios comprados con el dinero negro del gobierno, sicarios del crimen organizado, un tal Cérdenas que se dedica a blanquear dinero y, como telón de fondo, el polémico Puerto de Valencia . 
Un poco de aceite, vinagre y sal y ya tenemos un reflejo de lo que es la corrupción en nuestro país. 

Y esto sin contar a los personajes principales que sacan a relucir todo el cotarro. Patricia Bucana, redactora jefe del diario Informaciones, utilizará las últimas noticias que le ofrece su íntimo amigo para lanzar dardos envenenados en su medio. A su vez, Andreu Garcia, segundo jefe del grupo de Delitos Económicos de los Mossos d'Esquadra le ofrecerá la posibilidad de ir subiendo escalones gracias a sus revelaciones. El comisario Pardina y el sargento Vílchez, estarán dispuestos a investigar y esclarecer la verdad de los casosy en la recámara, Else, la exbecaria y ayudante de Patricia que la acompañarán en toda esta historia para sostener sus publicaciones y apoyarla.




"En la cantina se escuchaban los ecos de esa música, pero nadie tenía acceso al detalle de la letra"
Página 131 

Cuando empiezas a componer el rompecabezas que son todas las historias cruzadas que ofrece el argumento te das verdaderamente cuenta de como funciona nuestro sistema y de la impunidad con la que actúan políticos y empresarios en nuestro país. Tan vilmente que es vergonzoso que lo hagan sin tener un ápice de pudor, manejando cantidades de dinero descomunales, incluso para ellos, y cubriéndose siempre las espaldas con un arma de doble filo: el chantaje. 

"Yanko suponía la escenificación de la teoría policial de los vasos comunicantes del crimen organizado: el dinero ni se crea ni destruye. Se mueve desde las manos de lo legal a los bolsillos de quienes viven de lo ilegal y estos nuevamente recurren al marco legal para poder almacenarlo y disfrutarlo con impunidad". Página 178

Aunque la historia se mueva entre varias comunidades, el autor empieza y acaba su relato de la misma forma: adentrándose en las calles de Barcelona. Guiñándole un ojo a restaurantes y amigos, y canalizando sus emociones a través de las emociones de sus personajes. Se agradece que acerque al lector un poco más a la realidad (corrupta) que marca el día a día de nuestra historia y que lo sepa transmitir de una forma directa y concisa, llena de tensión.

Y ¿que se puede decir de la declaración de amor en las últimas dos páginas del libro? Es gratificante descubrir tanta ternura después de haber leído tanta miseria... pero eso me lo guardo para decírselo a él en persona. 


   


No hay comentarios:

Publicar un comentario