sábado, 28 de julio de 2018

YO LEO A CHIMAMANDA NGOZI ADICHIE


Sus textos se han convertido en la revolución feminista de Nigeria. Una revolución que se ha extendido hasta Occidente y abre un nuevo horizonte al feminismo. 




Esta joven promesa de la literatura africana nació en Enugu, Nigeria, el 15 de septiembre de 1.977. Se crió en un campus nigeriano y a los 19 años decidió empezar sus estudios universitarios en Filadelfia (EE.UU). Aunque se la conozca por recorrer medio mundo dando conferencias sobre el feminismo, Chimamanda acumula en sus espaldas nueve libros. Nueve pequeñas joyas divididas entre novelas, ensayos y manifiestos feministas. Si hay algo en que coinciden todos sus seguidores es el modo característico que tiene de aderezar todos sus proyectos con igualdad, respeto y amor. Activista, escritora y emprendedora, lucha por los derechos de las mujeres en Nigeria, por la educación como base de una sociedad equitativa y por la búsqueda de la identidad por encima de todo. Los tres manifiestos recogidos por la editorial Random House engloban los principios que rigen la vida de Chimamanda, una vida unida al feminismo y a la igualdad de género. 

En su manifiesto de 49 páginas titulado El peligro de la historia única da una lección magistral a todas aquellas personas que confían en un relato único y alerta a los lectores a cuestionar una sola versión de los hechos. En una charla impartida recientemente, un estudiante se lamentó de que los hombres nigerianos fueran unos maltratadores, como el personaje de la novela de Chimamanda. Ella replicó que acababa de leer una novela titulada American Psycho y lamentaba muchísimo que todos los jóvenes estadounidenses fueran unos asesinos en serie. A esto es a lo que se refiere la escritora cuando advierte a las personas de los peligros de generalizar una historia. 

"África es un continente plagado de catástrofes. Algunas inmensas, como las horripilantes violaciones del Congo, y otras deprimentes, como el hecho de que en Nigeria se presenten cinco mil candidatos a una sola vacante de trabajo. Pero también hay historias que no tratan de catástrofes y es muy importante, igual de importante, hablar de ellas
Página 22

Feminista: persona que cree en la igualdad social, política y económica de los sexos. Según la definición de esta palabra, la mayoría de las personas están de acuerdo en la aplicación de su significado, pero ¿qué ocurre cuando educamos a las niñas de una manera diferente a los niños? La segregación comienza el mismo momento en el que al nacer se marca a una niña con pendientes y a un niño no. Chimamanda narra que, desde la infancia, lo más importante para las niñas es gustar, caer bien y sentirse queridas, mientras que a los niños se les enseña a no tener miedo, a no ser débiles, ni tampoco vulnerables. Con el paso del tiempo, a la mujer se le anima a contraer matrimonio antes de 30 mientras que lo que se espera de un hombre es que avance laboralmente y gane dinero. Las ambiciones son claramente diferenciables y, aunque en Occidente la balanza esté más compensada, para los países subdesarrollados sigue siendo una lacra que la mujer no pueda aspirar a lo mismos derechos que un hombre.



"Cuando, hace un par de años, una amiga de la infancia que se ha convertido en una mujer brillante, amable y fuerte me preguntó cómo criar a su hija para que fuera feminista, lo primero que pensé fue que no lo sabía" 
Página 11
Así comienza el libro sobre la educación feminista, una educación que invita a rechazar estereotipos, a abrazar el fracaso y a luchar por una sociedad más justa. Con 15 escuetos consejos, la escritora reflexionará sobre cuestiones tan honestas como necesarias y conquistará por igual a madres y padres. Entre educar y cambiar pañales exhorta: "Enséñale a tu hija a leer, enséñale el amor por los libros. Los libros la ayudarán a entender el mundo y cuestionárselo, la ayudarán a expresarse y la ayudaran a elegir aquello en lo que quiera convertirse. Si te ve leyendo, comprenderá que leer es valioso" Página 42



Aunque hubiera podido hacer una reseña por cada libro, he preferido agruparlos para captar la esencia de la escritora. Con sus consejos está abriendo un nuevo camino para lo hombres y mujeres no sólo nigerianos, si no del resto del mundo. Está enseñando lo importante que es la cultura para poder avanzar paralelamente todas las personas, sin distinciones de sexo. Y nos invita a cambiar nuestra forma de ver la vida, como ya lo hicieron años atrás nuestras antepasadas cuando lucharon por sus derechos sin ser conscientes de que esa lucha tenía un nombre. Feminismo.


viernes, 27 de julio de 2018

ACTOS HUMANOS

Antes de acabar la lectura de La Vegetariana, escrita por Hang Kang y editada por Rata Books, ya estaba en la puerta de la librería esperando para comprar el segundo libro traducido al español de la misma autora. ACTOS HUMANOS. Llamadme ansiosa, el problema es que no tengo nada para leer y me pongo nerviosa.



Muy a menudo, las editoriales pecan de despellejarte el libro con la sinopsis trasera, sin embargo, esto no pasa con Rata Books y es muy de agradecer. Sus portadas son simples, de un único color, con el título, el autor y el traductor. Poco más. De esta forma entras en la historia sin saber que te vas a encontrar, totalmente a ciegas. Y descubrir de esta manera a Hang Kang me ha parecido una idea fantástica

"¿Acaso hay algo más temible en el mundo que la conciencia limpia?"
Página 134

Me gustó tanto la energía que desprendía el libro La Vegetariana que me puse a investigar más acerca de la autora y su obra. Cuando empecé a leer Actos Humanos identifiqué la linea de narración que utiliza Hang Kang en sus novelas, donde prima el sufrimiento y la atención a las víctimas. Ella te acerca a la cultura surcoreana de una forma sutil y a la vez brusca, narrando la realidad de un país que se ahoga en sus propias leyes políticas.  
Los altercados que empacan este libro ocurrieron en Gwangju en mayo de 1.980. La autora ha querido describir los hechos que ocurrieron en aquella jornada de forma intermitente, dando voz a varios de los estudiantes que salieron a la calle y se manifestaron exigiendo la instauración de la democracia en su país. Los actos de estos jóvenes demostraron su valentía y ocuparon páginas enteras de diarios llenos de torturas y muerte. 


La publicación de un libro prohibido donde se aclamaba a la anarquía y su posterior adaptación al teatro hicieron de estos sucesos un baño de sangre plagado de estudiantes y jóvenes adolescentes. Dhongho era uno de ellos. Su relato está cargado de emociones donde la contradicción se mezcla con el olor a muerte. La narración de las torturas de los que fueron perseguidos y condenados hace que pases las hojas rápidamente y sientas el mismo dolor que sintieron estos muchachos al ser encarcelados. Pequeños pinchazos se me clavan en las uñas. 
Todos los hechos ocurridos durante la revuelta estudiantil fueron violentos y a plena luz del día, sin la menor conciencia de culpa o vacilación y acatando las ordenes de los mandos superiores. Ante tanta impotencia, una pregunta flota durante todo el relato:

"¿Puede el ser humano superar la violencia?"



Hang Kang tenía nueve años cuando el ejercito irrumpió en su ciudad natal, por lo tanto, los recuerdos y fotografías que actualmente tiene sobre este suceso están todavía frescos en su memoria. Al exponer la matanza de Gwangju ahondó en sus interrogantes y buscó soluciones a las preguntas que le inquietaban, de esta forma encara ella la violencia: mirándola a los ojos y describiendo la crueldad y el dolor sin que le tiemble el pulso.

Sin embargo su narración es delicada y exquisita, sin caer en descripciones vulgares o truculentas. En su particular viaje a las profundidades de una la sociedad dictatorial ha encontrado a millones de lectores que la siguen y apoyan, empatizando con su forma de escribir y sus crónicas. Y, es que, como ella afirma:


 "...Después de mucho leer solo hallo una respuesta: escribir es preguntar" 


jueves, 26 de julio de 2018

PIEL DE POLICIA

La España de finales de los 70 principios de los 80 se encuentra en plena transición política. Los avances invaden las casas de los vecinos, las televisiones pasan de ser en blanco y negro a color y los informativos anuncian que la democracia ha llegado para quedarse. Efectivamente, así es. La población empieza a entender lo que significa libertad de expresión, libertad de movimiento y prosperidad económica. Nacen las primeras canciones revolucionarias. 
A pesar de que el país vive un proceso evolución nunca visto, hay lugares donde los cambios ni se esperan, ni se producen. En las comisarías y los cuarteles de la guardia civil, el cuerpo sigue teniendo manga ancha para actuar impunemente sobre el pueblo, pese a que una nueva hornada de jóvenes estudiantes quieran introducir mejoras en el trato a los delincuentes y presos. Uno de estos jóvenes es Manolo Lacruz y Piel de policía es su historia.

"Era aquella una de las épocas más ajetreadas y agobiantes de mi vida. Estaba cargado de ilusiones y ambición, creía en la posibilidad de una policía intachable, mucho mejor que la que había encontrado al salir de la Academia"
Página 22

Manolo Lacruz es un policía prometedor, de los primeros de su promoción, eficiente y bien considerado, persona responsable que combina la vocación por su trabajo con los estudios de derecho. Sin embargo, en su fuero interno se avergüenza de ser policía. Es consciente de que el resto de compañeros notan lo que él siente cuando un delincuente sale con la cara hinchada y los labios rotos de un interrogatorio. Repudia con furia el lema que cuelga del corcho de todas las oficinas: "mucha coña, mucho coño, mucho coñac". Y aun así persiste en el hecho de destapar los entresijos que rodean la trama de los Gal, el terrorismo que está en alza con la caída de la dictadura y la presente delincuencia juvenil. Que esté solo en este camino solo le acarreará problemas laborales y personales, pues el hecho de andar escondiéndose en sus investigaciones alterará la rutina que podría compartir con su vecina de escalera, Nuria, una joven hermosa e instruida que le enseñará la parte más sofisticada de la sociedad barcelonesa (y de la que se enamorará perdidamente).

"Una persona culta no es aquella que nos enseña lo que no sabemos sino aquella que trata de aprender constantemente y, por tanto, disfruta escuchando a quien pueda instruir sobre aquello que ignora"
Página 147

Cómo acaba este policía regentando un bar de mala muerte es un hecho que el lector tendrá que descubrir a medida que avance en la trama de la novela. Los fantasmas del pasado siempre vuelven: la visita de un conocido delincuente y la muerte de un antiguo compañero harán que el protagonista reviva los peores momentos de su vida y recuerde la corrupción que gobernaba en el cuerpo y las organizaciones de la ultraderecha que intentaron organizarse para darle un golpe a la democracia y volver al totalitarismo.
Si destripara más el argumento estropearía una novela ingeniosa, auténtica, visceral, con una ambientación precisa y una narración armónica. El vocabulario empleado en cada momento es el adecuado, haciendo partícipe al lector de las diferentes clases sociales que rodean cada ciudad. Palabras como cutrerío, chabacano, facherio, quinqui... te acercan a los personajes y al ambiente que quieren retratar estos dos maestros de la literatura.

Carlos Quilez y Andreu Martí
Reconozco que una parte de la lectura de esta novela ha estado influenciada por el hecho de haber conversado con los escritores y saber cuáles eran sus puntos de vista sobre ella. Detrás de la parte ficticia de esta historia, existe un trabajo de investigación previo extremadamente cuidadoso, donde los relatos de policías jubilados que pertenecieron a la de la época en la que esta basada la novela causaron una honda sensación en los escritores. En medio de miradas, amenazas, tiroteos y alguna que otra escena de sexo narrada con mucha delicadeza, aparecen frases-joya que hacen que rebusque entre las sábanas el lápiz que siempre pierdo. Piel de policía sorprende hasta el último capítulo, hasta la última página, hasta el último diálogo. Cierro el libro sabiendo que acaba de ocupar una casilla en el TOP9 de final de año.

"Es una tontería dividir a la humanidad entre valientes y cobardes. Es una distinción estúpida que no sirve ni para los tiempos de guerra. Un valiente, muchas veces, no es más que un cobarde que huye hacia delante; y un cobarde, a veces, es un valiente que tiene el coraje de retroceder. Chorradas. Aplaudir la valentía sólo sirve para que los descerebrados se sientan superiores a los prudentes"
Página 282



miércoles, 25 de julio de 2018

EL GRITO SILENCIADO

"Nos violenta un poco tanta atención, y es que todavía no sabemos nada de la cortesía afgana, de su elevado concepto de la hospitalidad, que convierte al invitado en un rey. Aprendemos a aceptar esas muestras de atención con la misma naturalidad con que ellos las ofrecen y a no cometer la grosería de rechazarlas"
Página 28



Cuando Ana Tortajada decide ir a Pakistán a convivir con una familia afgana durante unas semanas, desconoce el impacto que le causará esta gente y su cultura. En su país de origen, nadie habla de la guerra de Afganistán, ni de los talibanes, ni de la violación de los derechos humanos, ni de la lucha continua de miles de familias por salir de la miseria y tener un futuro digno. En su viaje clandestino por la frontera hasta llegar a Kabul, descubrirá un pueblo cuya gente tiene la humildad y la hospitalidad por bandera, con un carácter amable y cariñoso. Pero durante todo el libro una pregunta/reflexión desestabilizará por completo a la protagonista:

"¿QUE ESTÁ HACIENDO OCCIDENTE POR ELLOS?"

Ana constata que, en este conflicto, las mujeres son las principales víctimas de la represión y la dictadura. Aunque la mayoría sigue luchando por la educación y la sanidad en la clandestinidad, muchas mujeres enloquecen o se suicidan presas de un aislamiento brutal por parte de sus maridos, que al cumplir con leyes de los talibanes las repudian y maltratan en público. Para ellas, los problemas económicos tienen otro nombre: mendicidad, prostitución, inanición, muerte. Las nuevas leyes les niegan la atención médica, el derecho a la educación, la libertad de movimientos y las relaciones con hombres que no tengan que ver con su núcleo familiar, es decir, tienen prohibido hablar con el frutero, con el sastre o con algún hombre que no sea su esposo, su hijo o su padre. 
Sin embargo, la escritora mantiene su empeño en distinguir conceptos. Islam. Religión. Fanatismo. Integrismo. No confundir. No manipular. En la actualidad, Occidente necesita un demonio al que enfrentarse y sabe crear un miedo difuso que justifique cualquier acción por su parte. Los que mueven los hilos en la sombra nada tienen que ver con el Corán, ni con la Biblia, ni con Dios ni con Alá.

"En Occidente se tiene la idea de que en Afganistán, los hombres son talibanes y las mujeres sufren las consecuencias. No es así. En Afganistán están los talibanes: un grupo armado minoritario apoyado desde fuera que se ha hecho con el poder, y está la población, los hombres y mujeres afganos, a quienes se niegan todos los derechos, aunque las mujeres se lleven la peor parte"
Página 272 

La aplicación extremista de una parte del Corán generó tal desconcierto en la población que la mayoría de las familias tuvieron que abandonar sus casas y pueblos para instalarse en campos de refugiados fuera de su país de origen. Las leyes a las que se acogían los talibanes carecían de cualquier tipo de lógica y la aplicación de sus normas desestabilizó la armonía de un país desarrollado y democrático. La instauración del uso del burka para las mujeres así como el requisito de dejarse la barba larga a los hombres fueron las primeras de una larga lista de obligaciones que carecían de cualquier tipo de sentido. Implantaron la asistencia obligatoria a la mezquita cinco veces al día y le prohibieron a la población tratar con extranjeros, tener televisión en casa, escuchar música o hacerse fotos. Cualquiera que desobedeciera estas normas estaba expuesto a ser castigado con años de cárcel o peor aun, ser ejecutado públicamente en un estadio de fútbol, que fue en lo que se convirtieron los campos. De la noche a la mañana, un país entero se transformó y dio pasó a una violencia extrema que causó millones de víctimas, no necesariamente mortales. 

En la actualidad Afganistán sigue en la cuerda floja, parece que su guerra no tenga fin. El gobierno talibán abrió las puertas e instaló cómodamente a Al Qaeda, y ahora el Estado Islámico amenaza con continuar la guerra de Siria pero en territorio afgano. Leer el relato de Ana Tortajada es un horror, como lo son todos los Testimonios de mujer que lanzó en colección RBA, pero no por eso hemos de mirar hacía otro lado. Sentir la fortaleza de las mujeres que salen adelante sin medios económicos y notar el amor que transmiten sus maridos dentro de las ruinosas casas es como encontrar una gota de agua en mitad del desierto. Sobrecogedor. Esperanzador. 

"Estamos en la terraza, vestidas, todas juntas, las maestras, las coordinadoras, las enfermeras...
El gato se pasea entre nuestros cuerpos.
Una esplendida luna llena contempla la ciudad.
Me tapo con el shador. Me duermo."
Página 286


martes, 24 de julio de 2018

EL PICO DEL DIABLO


Se ha convertido un ritual acudir al libro Sangre en los estantes del añorado Paco Camarasa antes de empezar a leer cualquier novela de género negro. Así lo hago cada vez que paso mis dedos por la decena de libros pendientes y esta vez, la recomendación del autor ha querido que conozca a Deon Meyer y su particular inspector de policía Benny Griessel. 


"Borracho, pero se aguanta" Página 254

Si hay un denominador común en las historias de polis y malos es el alcohol. Cada vez que asoma la patita me pregunto cuanto de verdad tendrá este mito y en que grado la ficción hace estragos en la reputación del cuerpo policial. En esta novela, al protagonista le está jugando una mala pasada, sin embargo, no es el único personaje al que sus excesos con la bebida le han pasado factura literariamente hablando. Hace unos años, cuando leía a Henning Mankell y comprobaba la eficacia que tenía Kurt Wallander para resolver los casos, me sorprendía la capacidad de aguante de este hombre para ir a trabajar todos los días borracho. Harry Hole, el arrogante inspector de Jo Nesbo, fuma y es alcohólico, y aunque intenta sustituir sus adicciones con entretenimientos menos peligrosos como leer a Jim Thompson, muy pocas veces consigue su propósito de mantenerse sobrio. Los míticos Sam Spade o Philip Marlowe empinaban el codo que daba gusto leerlos, pero ellos vivían en otra época y parece que, al mitificarlos, le perdonemos sus excesos. Las bebidas alcohólicas ocupan un gran número de páginas dentro de la novela negra, camufladas entre delincuentes, asesinatos, secuestros y noches de insomnio.

Sin embargo, para el inspector de policía sudafricano Benny Griessel, el alcohol se ha convertido en un grave problema, y de los gordos. Tanto que la novela comienza con el ultimátum que le da su esposa para abandonar el domicilio conyugal después de que, borracho y aturdido, le pegara una bofetada delante de sus hijos. Once años de eternas borracheras y solo seis meses para desintoxicarse. El inspector está en la cuerda floja y estará así durante toda la trama del libro, sopesando entre la posibilidad de tomar una copa a escondidas o padecer el delirium tremens que le supone la abstinencia del alcohol.



Me he quedado fascinada con la trama y el estilo narrativo del escritor Deon Meyer. A parte de situarnos en un contexto histórico retratado por la Sudáfrica posterior al Apartheid, nos muestra el creciente problema que tienen las colonias negras para integrarse en la sociedad blanca. Un problema que sigue palpitante y se arrastra pese haber pasado mas de 20 años del cambio político.  
En El pico del diablo, el autor narra tres historias paralelas que, como es de esperar, acaban encontrándose en la parte final del libro. Thobela Mpayipheli ha padecido la peor de las pesadillas, su hijo de 9 años ha sido asesinado y la policía no ha podido detener a los delincuentes. El ex militar formado en terrorismo urbano decide actuar por su cuenta y vengará la muerte de Pakamile buscando a todos y cada uno de los pedófilos para matarlos con un instrumento un tanto peculiar por su simbolismo africano, una lanza assagai. Su campo de actuación es demasiado extenso, parece que Ciudad del Cabo no tenga fin, y las víctimas van sucediendo demasiado rápido, por eso la policía lo tendrá extremadamente complicado para seguirle la pista. En capítulos posteriores, Christine desgranará poco a poco su situación actual después de que su hija de tres años haya desaparecido. Su condición de prostituta de lujo no se lo pondrá fácil, aun así buscará una rendición para la persona que la ha perseguido y humillado que mantendrá en tensión al lector hasta la última página. ¿Hasta qué punto es capaz de llegar una mujer para salvar a su hija? Y en medio de las dos historias, el inspector Griesel luchará contra la corrupción policial y sus demonios internos y externos. 

Sin saberlo, me he encontrado con una historia trabajada e interesante, un escenario nuevo y muy negro y una trama intensa y rápida con picos de acción en diferentes partes del libro. Deon Meyer ha creado unos personajes frescos ampliando el abanico de detectives e inspectores que ya conocía y, aunque el razonamiento suene simple, es su forma de escribir lo que más me ha gustado. Sé que si sigo leyéndolo puede aspirar a convertirse en uno de mis escritores de cabecera favoritos, como lo son una decena de autores de novela negra que han ido escalando peldaños hasta posicionarse en los intocables de mi biblioteca. Ahora tengo que meditar si realmente quiero que entre en mi círculo o no...

viernes, 20 de julio de 2018

LA EXPERIENCIA DE LEER A HANG KANG

                 Hang kang narra en La vegetariana una historia llena de complejidades y sintomatologías propias de la cultura asiática. A través de la conducta y las tradiciones de una familia surcoreana, la autora de este brillante libro quiere transmitir a sus lectores una serie de mensajes ocultos en sus páginas. Es por eso que me gusta tanto desconectar del resto de lecturas más tradicionales (y negras) y sumergirme dentro de este mundo, un mundo que a penas conocemos, para disfrutar percibiendo nuevas sensaciones. Leer es vivir. Yo me lo propuse hace mucho tiempo y ahora vivo más y mejor.



"- Nadie me comprende... Ni el doctor, ni las enfermeras... son todos iguales.
- Es que tienen miedo de que mueras.
Yeonghye entornó la vista hacia ella y la miró como se mira a una desconocida.
-¿Y por qué no puedo morirme?"
Página 193

               Cierto día, Yeonghye despierta en mitad de la noche y decide dejar de comer carne. Nadie de su entorno entenderá el por qué de esta decisión. Nadie tratará de comprenderla. Simplemente, estaba haciendo algo para lo que su familia no estaba preparada, es decir, tomó una decisión en contra de la voluntad de otras personas. El resultado final de su osadía fue un ataque sin límites con el propósito de hacerla cambiar de parecer. Ni su marido, ni su hermana, ni sus padres pensaron qué motivos podían pasar por la cabeza de una persona para anteponer la felicidad familiar a la suya propia y es que, con este libro, la escritora muestra la incomprensión, la intolerancia, la opresión y el vacío que se va fortificando alrededor de una persona que no pisa las mismas baldosas que los demás. 

               El relato de Hang Kang se divide en tres partes que describen el sufrimiento de la misma mujer desde diferentes perspectivas. Mientras que la protagonista intenta hacer participe al lector de los motivos de la resolución que marcará su vida, su cuñado se enamorará de ella y de la mancha mongólica que nace donde acaba la columna vertebral. Un amor limitado y escondido que descubrirán mediante el arte que ambos perciben a través de sus cuerpos. Sin embargo, cada acto conlleva asumir múltiples responsabilidades, y para demostrar donde esta la raya que marca lo prohibido, la hermana de la protagonista narrará los sentimientos que le produce esta relación tan peculiar.



                     La generación de Hang Kang ha nacido marcada por una literatura obsesionada con la guerra civil y la reunificación, sin embargo, la narrativa surcoreana lleva unos años danzando hacia asuntos más estéticos, más internacionales, más intimistas, dándole cierto protagonismo a la intromisión del capitalismo en la vida privada de la gente. El mundo gira y el gigante nos alcanza a todos. 

                 Si tuviera que destacar algo de lectura de La Vegetariana sería la calidad narrativa del texto. El entrelazado de las historias está escrito con el fin de denunciar la violencia ejercida contra la mujer y, en general, contra cualquier ser vivo. La conclusión que ofrece la escritora es objetiva, cada persona toma mil decisiones en un mismo día, pero ¿hasta que punto estamos condicionados por las consecuencias de nuestros actos? 


domingo, 15 de julio de 2018

LA HOGUERA DE LAS VANIDADES

               El 15 de Mayo de este año 2.018 la prensa americana nos despertaba con la noticia de la muerte del escritor Tom Wolfe. A los 87 años, uno de los considerados padres del Nuevo Periodismo fallecía a consecuencia de una neumonia en el hospital de Manhattan. Sus crónicas dieron paso a nuevas corrientes literarias que contaban la realidad de la opulencia a través de la literatura, marcando un antes y después en la sociedad estadounidense. Dentro de este marco de crítica social publicó una veintena de novelas jugando con el escepticismo y la ironía, cualidades que se reflejan en sus textos desde la primera página, y se lanzó a la fama con una novela que despuntó por encima de todas. Me harían falta muchas reseñas poder describir perfectamente las sensaciones que transmite La hoguera de las vanidades, sin embargo, puedo afirmar que, nada más sumergirme en la historia, supe que estaba delante de la buena literatura, esa que parece que hayamos desatendido.



"No hay que olvidar que incluso la verdad puede pasar desapercibida si no se la ilumina correctamente"
Página 820

                Hacía varios años que La hoguera de las Vanidades pululaba por casa, pero de un tiempo a esta parte reconozco que me hacia ojitos. Publicada en el año 1.988 por la editorial Anagrama, este libro cuenta con 750 páginas y una letra minúscula, razón de más para poner todo mi empeño y concentración en la trama y el argumento. 
              El protagonista, Sherman McCoy, se describe a si mismo como el Amo del Universo. Trabaja vendiendo bonos en Wall Street, vive en un piso de 3 millones de dolares y está casado con una de las decoradoras más famosas de la ciudad, aunque él insista en despreciar su trabajo. Su poder le permite costearse unos gastos en su mayoría lujosos e innecesarios que alcanzan la friolera de más de 40.000 dolares al mes. Y claro, con tantas propiedades faltaba mencionar la más importante, Maria: morena, voluptuosa, ambiciosa y millonaria. La desfachatez y prepotencia de ambos, hará que se enrolen en un aventura de futuro incierto y oscuro.

"Todo el piso estaba inclinado hacia el desagüe central. Aún estaba húmedo. Al pisarlo, Sherman notó la leve pendiente del piso. Las últimas gotas de agua se escurrían por el desagüe. Así era el mundo. Un desagüe en el que la humanidad nivelaba todas sus diferencias y razas"
Página 628

En el capítulo 4 empieza la verdadera trama. Saltándose la vía de aceleración que los conduce del aeropuerto al centro de Manhattan, Sherman y Maria se cuelan en el barrio del Bronx con un Mercedes descapotable valorado en 120.000 dolares. El Amo del Universo se encuentra en medio de una jungla rodeado de cientos de caras negras que lo acechan sin cesar. O eso es lo que su mente le hace creer. Puertoriqueños, morenos, encapuchados y oscuridad. Si hay una cosa que caracteriza al señor Wolfe (y a mi me encanta) son las descripciones de los lugares y la gente que los habita. Con una gran capacidad narrativa hace que sientas el mismo pavor que el protagonista mientras cruza las calles de una de las zonas más conflictiva de Nueva York. Los contrastes, el miedo irracional, el desprecio a la raza, el poder que da el dinero y el razonamiento de vivir en la miseria y nadar en la abundancia crea una atmósfera de realidad donde el autor le da la posición que se merece al lector. Y cuando uno se cansa de percibir todas estas desigualdades, los protagonistas pierden el control del supermegacochedescapotable y atropellan a un chico negro que en ese momento no debería de haber estado allí. Comienza otra historia, porque la verdadera la acabas de dejar atrás.

                A partir de este momento, la vida da un giro de 180º para Sherman McCoy, que se ve inmerso en rocambolescas dificultades jurídicas, matrimoniales e, incluso, económicas. Su breve paso por la cárcel del Bronx, estará marcado por la humillación y la derrota. Tanto policías como detenidos pendientes de juicio previo le harán ver la cruda realidad de una sociedad marcada por la decadencia, donde tampoco estará exento del juicio mediático encabezado por el periodista Peter Fallow, otro de los pilares de esta espectacular novela. Y en la trastienda, asomando la patita sin cesar, una pregunta que envuelve todo el libro como papel de regalo:

"¿Vale tanto la vida de un negro como la de un blanco?"
Página 758

              Ya desde la estantería, cuando lo miraba diariamente de reojo, sabía que sería un libro que me gustaría. En el proceso de lectura disfruté marcando páginas enteras y frases hechas para no ser olvidadas. Una vez leído y analizado, soy consciente de que este tipo de literatura ha marcado a la sociedad por muchas razones y es que, cuando un periodista como es el caso de Tom Wolfe, consigue crear una corriente literaria tan fuerte y hacerla suya, el resto de humanos nos tenemos que poner a sus pies. La cuestión es, ¿qué es la buena literatura? y ¿cómo podemos reconocerla?

viernes, 6 de julio de 2018

MI VIDA JUNTO A VICENTE FERRER

La India es mi perdición

Haber viajado a este país en septiembre de 2.016 hizo que muchas ideas guardadas en el subconsciente se colocaran en su sitio y aunque reconozco que estando allí, solo pensaba en los de aquí, una vez en el lugar de origen no me podía sacar de la cabeza este fantástico país. Es por eso que de vuelta a occidente, mi compañero de aventuras y yo, decidimos ponernos en contacto con alguna asociación local para poder ayudar a la gente más desfavorecida y pobre aportando algo que en todos en los países desarrollados nos sobra, es decir, dinero. Reacios a colaborar con alguna sociedad desconocida, decidimos informarnos de cuales eran las que más se acercaban a nuestros objetivos, así que después de mirar decenas de Fundaciones, nos pusimos en contacto con la sede que tiene Vicente Ferrer en Barcelona para informarnos de que proyectos tenían en marcha en la India. 

La información que nos llegó fue directa y concisa. Nos explicaron su forma de trabajar y de que manera los ingresos que recibirían de nuestra parte no se gestionarían individualmente para una sola persona, sino que pasarían a un fondo común de donde, en este caso, se utilizarían para comprar material escolar, libros y uniformes necesarios para las escuelas de la zona, que no es otra que Anantapur, en el estado Andra Pradesh. Gracias a nuestra pequeña aportación mensual, una familia entera (no solo un niño) iba salir de la pobreza. Empleamos dos minutos de una larga noche para pensar si la idea nos convencía y finalmente decidimos rellenar los formularios para poder apadrinar a un niño o una niña indios. A los pocos meses, dentro del buzón y rodeada de giros bancarios y folletos de propaganda se encontraba la foto de Madhulatha, la niña que representa la solidaridad en mi casa. 

ANANTAPUR
El nombre de Vicente Ferrer va ligado a esta población y a este estado. Su dedicación nació de la vocación por ayudar a los pobres mientras trabajaba como misionero para los hermanos de la Compañía de Jesús y toda su vida giró en torno a este propósito una vez que se casó con Anna Perry en el año 1.974. Leer la biografía de Vicente y Anna es volver a la India. Con su forma pausada de recordar los momentos más significativos vividos al lado de su marido, la narradora te acerca a la realidad más dura de un país que se encuentra en constante desarrollo político y social. Anna dedica largos capítulos a contar como surgió, nació y se desarrolló la Fundación que actualmente dirige su hijo Moncho, y no se olvida de que la base para salir adelante en cualquier circunstancia de la vida es el amor a uno mismo y al prójimo. 

"He declarado la guerra al dolor y al sufrimiento y he firmado un compromiso de paz: contribuir a la unidad entre las naciones y los pueblos" Vicente Ferrer, 1.969

POR UNA VIDA DIGNA
En la India la vida es muy precaria, especialmente si la familia no tiene ingresos fijos ni tampoco acceso a las ayudas sociales. Vivir es andar en la cuerda floja: uno puede ir tirando pero cuando un miembro cae enfermo o se aproxima un casamiento, la economía familiar se quiebra y acaba naufragando. Si a estos problemas se le suman el sistema de castas y todo lo que lo rodea, comienza un descenso en picado donde la pobreza es la base de todos los problemas. Debido a ella, la falta de alimentos y la higiene hace que florezcan las enfermedades y definitivamente acabe llegando la muerte. Los datos que proporciona Anna sobre la mortalidad infantil hace que con este calor, te quedes helado. Por ese motivo, Vicente Ferrer tenía claro cual sería su misión una vez instalado en Anantapur (1.970) y para ello puso todo su empeño. El primer paso sería proporcionarles a los intocables una vivienda digna y agua para regar sus cultivos (en un país donde la escasez de agua es un problema político, Vicente comenzó a construir pozos y acumuladores con el soporte de diferentes instituciones). La educación y la sanidad fueron proyectos secundarios que, gracias a los apadrinamientos españoles y la ayuda internacional, pudieron desarrollar a gran escala, contando con más de cien escuelas y cincuenta hospitales con personal cualificado para poder dirigirlas. La emancipación de la mujer ha sido un tema tabú imposible de abordar en las últimas décadas. Sin embargo, actualmente la Fundación se está volcando en ellas, y gracias al desarrollo de varios proyectos, las mujeres pueden vivir de forma digna si su marido las abandona, las maltrata o quedan viudas. Desde nuestra posición privilegiada es fundamental reflexionar sobre la situación en la que nos encontramos nosotros y analizar cuantas de las comodidades que nos rodean son totalmente prescindibles o banales. Hay que ser conscientes de que en la otra parte del mundo hay personas que no han tenido la gracia de nacer en las mismas condiciones. 

Vicente Ferrer se dedicó en cuerpo y alma a ayudar a los pobres. Su única preocupación fue ofrecerles una vida digna aunque para ello tuviera que traspasar los límites establecidos. Transformó comunidades enteras y consiguió igualdad en el sistema de castas indio. Izó la bandera de la dignidad y la independencia en una región maltratada por el gobierno, y proclamó sus ideales con un único fin: no hacer daño a los demás y ayudar a quien lo necesitara. Vicente Ferrer falleció en Anantapur en el año 2.009, pero la imagen del hombre con el paraguas negro que recorrió las televisiones españolas en los años 90 será difícil de olvidar.