Hoy he acabado de leer Diario de un fiscal rural, escrito por el maestro Tawfiq AlHakim, y no he podido esperar más tiempo para hacer la reseña de lo que me ha parecido uno de los mejores libros del año. Deeeel año. El descubrimiento de esta literatura morisca me está deparando muchas sorpresas, todas ellas inesperadas, es por eso que no quiero precipitarme en hacer una valoración previa sin haber acabado de leer todos los autores seleccionados, aunque en este momento ya me haya decantado. Así es mi vida, un mar de contradicciones literarias constantes.
Al igual que en el libro Los días de Taha Hussein donde el escritor se camufla detrás de su personaje principal para narrarnos la vida de un Egipto campestre, Tawfiq Al Hakim nos explica en su libro, Diario de un fiscal rural, la vida bucólica de un joven abogado que ejerce de fiscal en el distrito donde trabaja. Los tintes autobiográficos afloran en cada página, falta conocer la vida del escritor para saber que se esconde detrás de ellos.
Tawfiq Al Hakim, nació en Alejandría, la ciudad de los poetas, y pese a su carácter pacifico, se vio envuelto en las revueltas estudiantiles que tuvieron lugar en el año 1.919, con tan solo 20 años. Poco tiempo después, su padre lo envió a París a estudiar leyes pero el joven escritor regresó a Egipto sin concluir la carrera y con un interés claro: el ambiente cultural de la ciudad de El Cairo le atraía mucho más que Francia y sus costumbres. Así que con los años, se empleó como oficial de juzgados y pasó parte de su juventud desplazándose de pueblo en pueblo por diversas ciudades egipcias alejadas de las grandes urbes. Fue en este momento cuando sus inquietudes periodísticas empezaron a atosigarlo y comprimió las experiencias acumuladas en estos lugares publicando el libro que acabo de leer en este momento. Una obra maestra.
"¿Por qué escribo mi vida en un Diario? ¿Acaso porque es una vida feliz? De ningún modo. El que lleva una vida feliz no la escribe y se limita a vivirla. Yo vivo con la criminalidad en una misma cadena. Es mi compañera y esposa, a la que veo todos los días pero a la que no puedo hablar en secreto."
Página 21
En mitad de la noche, el protagonista de esta novela, que no es otro que el mismo escritor, recibe una llamada inesperada que le trasladará hasta un pueblo lejano para investigar sobre un extraño y contradictorio suceso: un hombre yace en la cuneta de la carretera gravemente herido por un disparo en el hombro. Lo que el protagonista no sabe, pero el escritor sí, es la inmersa belleza con la que se encontrará cuando, haciendo el sumario de instrucción para su superior, se tropiece directamente con los ojos de la adorable Rim.
Aunque este peculiar y joven fiscal dedique la mayoría de su jornada laboral a despachar asuntos rurales como juicios de faltas, disputas vecinales o casos de malos de tratos, su instinto lo mantendrá alerta y vigilará a la muchacha de ojos negros que acaba de conocer, pues es la principal sospechosa del ataque a su cuñado, el joven que ha amanecido con un disparo en el hombro.
Diario de un fiscal rural es un obra literaria donde el egipcio se encuentra representado en el vocabulario y las acciones. El lector extranjero entenderá muchas de las conductas de los autóctonos locales y, aunque la mayoría de las veces no las consiga comprender, sí será participe y conocedor de sus andanzas. Con Las descripciones empleadas por el escritor que trazan perfectamente la linea divisoria entre un mundo culto y otro campestre hará que el lector viva con pasión cada página que pasa. Mención aparte se merece el lenguaje empleado por ser llano, simple, sin florituras ni adjetivos en exceso y totalmente alejado de las sofisticacion y el refinamiento que acompañaban a El Cairo de los años 20. Un lenguaje rico en metáforas, humor negro y sátira.
"Verdaderamente la pluma es un gran recurso para los que, como yo, estamos condenados a la soledad. Pero la tal pluma es como un caballo, que unas veces corre porque sale de dentro, igual que un pájaro revoltoso, y otras, en cambio, se pone rancio, se encabrita, y se niega a avanzar, como si hallase en su camino una víbora con la cabeza encampanada"
Página 86
No hay comentarios:
Publicar un comentario