domingo, 31 de diciembre de 2017

ESTE AÑO 2.017...

ESTE AÑO 2.017 ME DEJA 140 LIBROS, CONTANTES Y SONANTES, LEÍDOS A MIS ESPALDAS

Empecé 2.017 teniendo muy claros cuales serian mis propósitos para el año nuevo que entraba. En 2.016 había leído 118 libros (que no son pocos) y para el 2.017 quería superar en cifra y calidad las lecturas pasadas. Pensé que podría hacerlo, aunque sabía que no debería de perder tiempo si quería conseguirlo.

¿Cual fue el secreto?  básicamente, querer hacerlo. Ser constante y tozuda. Leer muchos libros no significa perder calidad por el camino, como mucha gente que lee poco tiende a pensar.
Simplemente, todo el tiempo libre del que dispongo lo invierto en cultivar mi mente. No hay nada que me satisfaga más. 
Otra gente cultiva el cuerpo. 

EL SEGUNDO RETO LITERARIO SUPERADO
Tenía unas inmensas ganas de crear un BLOG SOLO DE LIBROS Y... VOILA!! Reto cumplido. 
En mayo nació: Ahora le da por escribir, como si no tuviera suficiente con leer. Desde aquí le doy gracias a las conversaciones que transcribió Gloria Fuertes con su madre. Mi título nace de ellas.

No puedo estar más contenta y orgullosa. Solo me hizo falta el empujón de una persona y la ayuda técnica de otra para ver como nacía esta criatura. 
Cada día invierto mas tiempo en él, aunque han pasado semanas sin colgar ninguna reseña (Sorry)  Disfruto buscando libros, analizándolos y después comentándolos con el resultado final de que a alguien le resulten atractivos. Solo con que una persona lea una recomendación ya me doy por satisfecha. El misterio de la lectura esta en tener inquietudes y buscar respuestas, como en la vida. 

Hermosos y hermosas, os propongo que para este año 2.018 que entra dediquéis más tiempo a leer y a ha dejaros llevar por las mil y una historias que todavía están por descubrir.
 ¡¡Si os ponéis una meta, conseguirla es sumamente gratificante!!
FELIZ AÑO 2.018







viernes, 29 de diciembre de 2017

EL ATENTADO

"No es la primera vez que un atentado sacude Tel Aviv, y la asistencia se presta cada vez con mayor eficacia. Pero un atentado no deja de ser un atentado. La experiencia permite controlarlo mejor técnicamente, pero no humanamente. Ni la emoción ni el pavor casan bien con la sangre fria. Cuando el horror golpea, lo primero que alcanza siempre es el corazón"
Página 22

Amín Jaafari, cirujano del hospital clínico de Tel Aviv, llega a su casa después de una intensa y dura jornada en el trabajo. Una mujer se ha inmolado cerca de un parque público y los cadáveres de niños y adultos elevan la cifra a 17 víctimas. Abatido, consternado, aturdido y cansado se tumba en la cama de su dormitorio y, entre sueños, espera a que llegue su mujer para abrazarlo. Pero su mujer nunca llega. Su mujer es una terrorista y se ha inmolado en nombre del Islam. 

"La tierra se mueve bajo mis pies. Sin embargo, no me hundo. Por despecho. O por renuncia. Me niego a entender una palabra más. Ya no reconozco el mundo en el que vivo"
Página 44

El autor toca varios temas importantes en esta novela de apenas 300 páginas. Uno de ellos tiene como base el terrorismo y las diferentes formas de acceder a él. Otra son los prejuicios, que a la vez van ligados al racismo y la exclusión social. Mediante diálogos bien pensados y estructurados podemos sentir el día a día de dos pueblos contrapuestos con ideologías extremas que hacen de la convivencia un sin vivir para los ciudadanos de a pie.
Por otra parte, mientras que protagonista dedica su vida a salvar vidas, su mujer se está preparando para acabar con ellas. Y ese pensamiento es el que hunde a Amín en la desesperación. Necesita respuestas y mientras las encuentra nos deja un monólogo interno sobre lo que significa ser palestino en Israel:

"Nada más entrar en la universidad, pude calibrar la brutalidad extrema del recorrido que me esperaba, los esfuerzos titánicos para merecerme el estatuto de ciudadano de pleno derecho. Para mi pesar caí en la cuenta de que estaba representado a mi comunidad, así que debía conseguir el éxito sobre todo por ella"
Página 114

No es la primera novela que leo de Yasmina Khadra donde camufla una evidencia social en medio del argumento de su historia. Y es que a menudo, este autor argelino afincado desde hace años en Francia, hace hincapié en la condición de los árabes y en lo que nos tramiten como comunidad, no como seres individuales. Criticamos a un terrorista islamista pero no alabamos a un profesor árabe. 
Para los occidentales que piensan que todos los árabes nacen de la misma madre y los miden con la misma vara este es su libro.
Es esencial librarse de los prejuicios para poder avanzar en una sociedad igualitaria.