XINRAN XUE,
LA VALENTÍA TRANSFORMADA EN PALABRAS
Me encuentro preparando mi inminente viaje a China con este libro entre las manos. Antes de abrirlo pienso que su lectura no será fácil, como no lo es ninguna de esta colección de RBA que trata sobre los Testimonios de mujeres en distintas parte del mundo. Lo que no me pensaba era que iba a acabar con tantas horas de mi sueño, que me iba a sorprender de encontrarme inmersa en un mundo lejano pero a la vez palpable gracias a la voz de mujeres que no conozco, que iba a sentir la humillación y el desorden sufridos como si fueran míos, que iba a odiar profundamente a los hombres que no han valorado a sus mujeres. Agradezco el coraje de la periodista Xinran Xue, que ha sabido plasmar las experiencias de diecisiete mujeres que tuvieron que pasar por el tormento de vivir su vida durante el ascenso del Partido Comunista en China.
Ellas han puesto voz a la manipulación, el engaño, la violación, la humillación, la precariedad, la pobreza, la miseria, la desinformación, el abuso, el hambre...
La injusticia más pura y dura aplicada por el sexo masculino sin miramientos y con total impunidad.
Fueron "la generación destruida" por el abuso del poder que dedicó su vida por y para el Partido, olvidando su condición y dignidad.
Tristemente su testimonio solo quedara grabado en éstas páginas. Afortunadamente, Occidente lo conoce...
"Entre 1.949 y 1.988, la única información a a que tenia acceso el pueblo chino eran las directrices del Partido, divulgadas a través de la radio, los diarios estatales y, más tarde, la televisión estatal"
Página 13
Al leer el libro mi mente estaba profundamente concienciada de que tan solo hace 30 años de toda la crueldad implantada por el Régimen. 30 años. Yo ya había nacido y en la otra parte del mundo las mujeres morían en vida. Si hay un denominador común a lo largo de los diferentes capítulos yo lo definiría con una palabra clara y concisa: violación. La violación física y moral a la tierna infancia, la violación de los derechos humanos en la madurez, y la violación de los recuerdos a las puertas de la otra vida.
"¿Que valor tiene la vida de una mujer en China?"
En el prólogo, la escritora se echa las manos a la cabeza y da un golpe en la mesa. Ella conoce la represión que viven los periodistas y los medios de comunicación a diario, y por eso mismo, nadie dentro del gremio, ve los noticiarios o lee la prensa debido a su escasa credibilidad. Poco después, la entrevista a una joven universitaria le dejaría las cosas claras:
"Una mujer china esta condicionada a comportarse de una manera dulce y sumisa, y se llevan este comportamiento a la cama. El resultado es que sus maridos acaban diciendo que no tienen atractivo sexual y las mujeres se someten a opresión convencidas de que es culpa suya. Tienen que soportar el dolor de la menstruación y del parto, y trabajar igual que los hombres para mantener a sus familias cuando sus maridos no ganan suficiente dinero. Los hombres clavan fotos de mujeres bonitas sobre la cabecera de la camas para estimularse, mientras sus esposas se culpan a si mismas de sus cuerpos ajados. A los ojos de los hombres no existe la buena mujer"
Página 59
Y así sucesivamente. Desde la antigüedad, la mujer china siempre ha ocupado el peldaño más bajo en el escalafón social. De ahí que a un hombre no le importe utilizarla a su antojo o despojarla de su niñez de una forma brutal y salvaje. Para ellos son simples objetos.
Hay que añadir que la represión sexual va cogida de la mano a la desinformación de ambos sexos.
La Revolución cultural tampoco trajo mucha luz al pueblo chino. Cualquiera que la viviera podría contar como eran tratadas las mujeres por adoptar ropa o costumbres extranjeras, por maquillarse o llevar joyas. "Les esquilaban el pelo o les emborronaban la cara con pintalabios; las hacían desfilar por la calle, humillándolas públicamente para que la gente las abucheara".
Pero sin lugar a dudas, fueron los niños y sobretodo las niñas quienes soportaron las consecuencias del deseo sexual frustrado. "Criarse durante la Revolución cultural siendo niña significaba estar rodeada de ignorancia, locura y perversión".
¿Por qué? La indignación va en aumento cuando los niños intervienen en las historias. Es imposible superar los traumas infringidos por padres, maestros, amigos, desconocidos. De ahí que la mayoría de las veces, las niñas acaben optando por el suicidio. ¿Por qué? ¿Por qué permitió China eso?
Xinran Xue. Su obra me ha dejado desconsolada. Sé que cuando llegue a China la mitad de lo que he leído se me habrá perdido por las lagunas de mi memoria. Aun así, tengo muy claro que el nombre de esta escritora permanecerá mucho tiempo ligado al recuerdo de este viaje.